Entrevistamos a Ana

ENTREVISTAMOS A ANA

1.  ¿Cuándo surgió tu inquietud misionera?

Mi inquietud misionera, no tiene una fecha concreta, supongo que es algo que crece poco a poco, desde la animación misionera que se hacía en el cole

Recuerdo a Sor Balbina, con las revistas de misiones, las campañas del Domund, o los misioneros que eran invitados y nos contaban sobre la existencia de otros mundos, y nos interpelaban con cosas como la justicia, la dignidad, la pobreza.... en el servicio que hacíamos en J.M.V. en el centro San Vicente, el asilo, trabajo con niños, me fue mostrando la alegría de compartir lo que eres y lo que tienes

2.  ¿Cuántos años llevas como misionera?

En Bolivia fueron 8 años, pero misionera soy desde el día de mi bautismo, como todos los católicos, acá también era misionera, solo que digamos que con mi partida a Bolivia decidí dedicarme a esto con exclusividad....

3.  ¿Cómo es el día a día de un misionero?

Pues en la vida de un misionero vicentino hay dos elementos claves, los pobres, con los que compartes la vida y los acompañas, y la oración donde sale la fuerza. Yo siempre les digo a los niños para que me entiendan, que tengo el mejor trabajo del mundo porque me levanto y me dedico a intentar ayudar a la gente.... eso se hace de diversas maneras, y con frecuencia eres vos el ayudado...pero digamos que tratamos de hacer vida lo que el mismo Jesús hacía y decía.

4.    ¿Cuáles son tus mayores dificultades? ¿y tus satisfacciones?

Dificultades que encuentras muchas veces están relacionadas con la injusticia, un sistema injusto que sigue generando pobreza y cuando tratas de luchar contra él, ves corrupción, dificultades, que peleas por algo que a pocos le importa....Muchas dificultades surgen de la inculturación, ya que a veces somos duros para entender ciertos porqués de como se hacen las cosas en otros lugares del mundo.

Satisfacciones son numerosas y casi diarias, la lucha, el cariño de la gente, las semillas de esperanzas, las sonrisas que consigues, gracias a que pueden recuperar un poco de su dignidad como persona, la felicidad de los detalles y las pequeñas cosas. La sensación continua de que estas gastando tu vida por algo que merece la pena, y que te apasiona, y disfrutas.

5.  ¿Qué les dirías a los niños de nuestro colegio y en especial a los miembros de JMV?

Que luchen por ser felices, que Dios así nos quiere a todos....pero que no se crean el modelo de felicidad que esta sociedad les propone que se basa en el Tener....que luchen por lo que creen y se lo cuestionen,  que  no pierdan la esperanza, que por muy negro que se lo pintemos los mayores, seguro consiguen su lugar en el mundo y consiguen con eso ser felices. No dejen soñar un mundo mejor, porque el primer paso para hacer un sueño realidad es tenerlo.